miércoles, 8 de julio de 2015

EL PRIMER DÍA DE SU NUEVA VIDA

Os dejo con mi relato El primer día de su nueva vida, premiado en el II Certamen FAC QUOD AGIS, de Carbonero el Mayor (2015). Espero que os guste: 


 El primer día de su nueva vida 


 Aquella rutinaria mañana del mes de enero sería la que cambiaría su vida por completo. Jorge se despertó a las 7.50, aunque ya llevaba un buen rato dando vueltas en la cama, pensando en cómo afrontar el fatídico día que se le ponía por delante. En un par de horas ya habría dejado su empleo y poco más tarde, a su mujer. Todavía no tenía claro qué haría ni dónde iría, pero era lo que menos le importaba. Tras acicalarse y mirarse al espejo, canturreando Hoy puede ser un gran día una y otra vez, salió de casa con paso firme. En menos de media hora, se plantó frente a su jefe y le presentó su renuncia. Tras varios intentos por hacerle cambiar de opinión, el que hasta ahora había sido su bestia negra aceptó la petición de Jorge y le indicó que pasara en un par de días para firmar la rescisión de su contrato. Cuando salió de ese despacho, que él y sus compañeros habían bautizado como “La guarida del león”, se sintió con ganas y energías de gritarle a todo el mundo que la vida le sonreía. Y así lo hizo. Nada más abandonar el edificio bramó enérgicamente: “¡Gracias!”. Ahora quedaba la otra parte, comunicarle a su mujer que ya no quería estar con ella. Para ello esperó a la caída de la tarde, cuando ella regresaba del trabajo. La esperó sentado, frente a la chimenea y cuando se acomodó en el sofá, sin vacilar, le anunció que se marchaba de casa, esa misma noche, de manera inminente. Ella rompió a llorar y se encerró en la que hasta ese momento había sido la habitación de matrimonio. Ante esa escena desgarradora, Jorge mantuvo el temple suficiente para coger sus dos maletas y abandonar el domicilio conyugal, sin saber si alguna vez regresaría. Cuando pidió el taxi para dirigirse al hotel más cercano, sintió, por primera vez en su vida, que por fin era feliz. Cuando miraba por la ventanilla del coche a la gente que volvía a casa, tras un duro día de trabajo, se sentía el hombre más afortunado del mundo. Él ya no tendría que levantarse cada mañana y desear que acabara el día, ya no tendría que besar a su mujer y pensar que besaba otros labios, ya no tendría, en definitiva, que sentirse desgraciado. A partir de entonces, un arco iris repleto de tonalidades se abría ante él, dispuesto a iluminarle todos los días de su dichosa existencia. Cuando se disponía a entrar en la habitación de su hotel, un ensordecedor ruido le alejó por completo de su idílica imagen. En ese momento, abrió los ojos. El reloj de la mesilla marcaba las 7.50 y la alarma del despertador no cesaba de sonar.

2 comentarios:

  1. Como me alegra Tomás ver este blog... Lo estaba esperando... ¿El relato? Es una historia que me encanta... La sencillez elevada a lo exquisito... Muy bueno y con una mensaje que cala, por lo menos a mi. Muchas gracias por pensar en voz alta... Yo siempre que pienses te escuchare muy de cerca y muy atentamente, Un abrazo Grande.

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  2. PODER ENCONTRAR UN RINCON DONDE EXPRESAR ES DE AGRADECER...DEL RELATO COMO YA TE DIJE MUCHO PERSONALMENTE Y COMO YA HE COMENTADO BASTANTE EN OROS LUGARES, SOLO DIRE AQUI UNA PALABRA "LIBERADOR" Y NUNCA Y REPITO NUNCA, PODRE OLVIDAR LA SATISFACCION QUE ME PRODUJO VIVIR CONTIGO TU PROPIA EXPERIENCIA AL RECIBIR ESTE PREMIO, Y LO APRECIADA QUE FUE TANTO TU PERSONA COMO TU ESCRITURA. GRACIAS DE NUEVO, Y POR TODO...POR HACERNOS LEER Y POR ELLO PENSAR, PORQUE SIN PENSAR NO PODEMOS EXPRESAR...Y TODO ES IMPORTANTE PARA AVANZAR.
    UN BESO.

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